Intérprete e investigador de la música en la generación del 27' y el exilio republicano español.
Premio de la crítica "El Primer Palau". "La guitarra de Lorca vuelve a sonar".

En la Fundación Juan March (Madrid)


>> Ahora puedes ver el concierto completo en youtube (obras de Mompou, Bal y Gay, Mantecón, Buide del Real y García Lorca).




Sinopsis:

El programa que ofrece Samuel Diz tiende un puente entre compositores enmarcados en la Generación del 27 y piezas actuales de Fernando Buide del Real. De este modo, se ofrece una visión musical que gravita en torno a Galicia, y en particular a Santiago de Compostela, a través de la guitarra.

La Generación del 27 se propuso renovar el panorama musical español. Sus autores reivindicaron la modernidad y los rasgos estilísticos nacionales, con un estilo deudor de Debussy, Stravinsky y Falla. Su evolución posterior se vio truncada por la Guerra Civil y la dictadura franquista, que llevó al exilio a muchos de sus miembros. No fue este el caso de Federico Mompou, quien compuso su Suite Compostelana en 1962, durante la época en que formó parte del claustro de profesores del curso Música en Compostela, escaparate internacional de la música hispánica impulsado por Andrés Segovia. A lo largo de sus seis movimientos, el compositor barcelonés hace gala del estilo limpio y sutil característico de su etapa de madurez, en el que conviven elementos neoclásicos e impresionistas con recursos folclóricos gallegos y pinceladas contrapuntísticas sin renunciar a explorar las posibilidades técnicas de la guitarra. A diferencia de Mompou, la obra de Juan José Mantecón se desarrolla en terrenos estéticos muy diversos, acusando un ecléctico abanico de influencias. Atardecer (1930), versión para guitarra de su pieza para piano Danza del atardecer, constituye un ejemplo de su producción más comprometida con la raíz española sin ocultar la influencia del impresionismo francés. Al igual que Mantecón, Jesús Bal y Gay desarrolló una importante labor en torno a la Residencia de Estudiantes. Además, desde 1927 estuvo vinculado al Seminario de Estudos Galegos, institución cultural de corte galleguista influida por la filosofía de Institución Libre de Enseñanza. Su estilo, de líneas firmes y claras, se refleja en Pastoral (1933), que encierra un homenaje a Mozart y Bach en un envoltorio popular. Parte del material presentado en esta obra sirve de esqueleto para la composición de Nocturnal (2012), del compostelano Fernando Buide del Real, uno de los representantes más notables del actual panorama de compositores gallegos. La última obra del programa es una adaptación de cinco de las Nueve canciones populares que arregló García Lorca para voz y piano a partir de antiguas melodías españolas. Sirva su conexión histórica con la Residencia de Estudiantes, su deuda con la tradición popular y el centenario de su primer viaje a Galicia para cerrar este programa.

Música en domingo. 6 de marzo de 2016. 12h
Concierto de mediodía. 7 de marzo. 12h
Fundación Juan March (Madrid)



[...] La imagen de Lorca al piano huele  a veladas en la Residencia de Estudiantes, a recitales de poetas y actores, a aquel momento en que España se asomaba al abismo y sólo aquellos dotados con la percepción del sentido trágico parecían atisbarlo. Federico lo tenía y aquellas melodías podrían servir de banda sonora de aquella Generación del 27. "Sin embargo, no se conoce popularmente la música de este periodo. Para que se conozca tiene que estar viva, a través de discos o conciertos. Pero se trata de un patrimonio prácticamente desconocido, incluso por los propios músicos".


>> Impresiones y paisajes policromados. Samuel Diz reflexiona sobre lo universal y lo nacional de la Generación del 27

[...] Un repertorio de tal calidad merece una interpretación a la altura de las circunstancias, y en este sentido Samuel Diz no defrauda. Delante de un auditorio lleno, el músico hizo alarde de una gran flexibilidad musical, en donde los pianísimos de su guitarra, reducidos a la mínima expresión, captaron la atención del público desde el primer momento. Todo ello es el reflejo de un rico mundo interior que el músico es capaz de transmitir con su instrumento, mostrando además un profundo respeto por los compositores que escribieron la música que interpreta. Hemos de destacar también su sensibilidad a la hora de recrear los ambientes que forman parte de su imaginarium, en los cuales el contraste dinámico es un elemento sumamente cuidado, al igual que la creación de atmósferas sugerentes por medio del juego sonoro, al que le concede una gran importancia. Solamente así es capaz de ofrecer unas impresiones y paisajes –como el primer libro de Lorca– tan policromadas. Por ello, no debemos vacilar en reiterar el variado colorido de su interpretación, ni tampoco el trabajo de reflexión que se requiere para clarificar y hacer inteligible un repertorio complejo y en algunos casos experimental. A todo ello hemos de sumarle la cercanía, pues Samuel Diz habla y se comunica con el público, alternando las obras musicales con comentarios y presentaciones sobre las mismas –también experiencias vitales, algunas muy emotivas–; algo de agradecer, pues contribuye a que el público se sumerja todavía más en el universo de la Generación del 27. David Ferreiro Carballo
"La música y el conocimiento sólo llegan si se tocan"